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Artistas:

Ruben Ulises
Kristen Reger
Alan Hernandez
Manuel La Rosa
Javier Barros
Eduardo Cornejo
Barbara Sanchez Kane

El inicio de La Mano Negra se basó en gran parte en una conversación que Rubén Ulises y yo tuvimos sobre la influencia del anime en una generación más joven de artistas. Crecer mirando cosas como trash y pulp, anime, kung-fu y fantasía se tradujo en formas más maduras de pensar sobre lo sobrenatural y cómo eso podría usarse para desafiar las estructuras de poder o proporcionar caminos fuera de la norma. Desde entonces, esta conversación inicial se ha destilado en esta exposición, de prácticas contemporáneas que se asientan en lo divergente, en las fuerzas que actúan debajo de una manifestación física, que buscan entendimientos alternativos de ecuaciones establecidas.

La Mano Negra es una exposición que reúne a siete artistas que utilizan un enfoque fetichista de sus prácticas, dotando de significado a los objetos inanimados a través de la transformación de la materia. Aislar un material, objeto, imagen o símbolo en una obsesión talismánica, o utilizar esa fijación para subvertir la definición de un símbolo. Esta selección de esculturas y videos son objetos rituales y reflexivos, logrando expansión a través de formas abreviadas. Las obras utilizan la presencia sin forma para manifestar la expresión de cada artista. Aunque tal vez no estén de acuerdo, están creando economías alternativas de espiritualidad, cambios en el espacio esotérico hechos con intervenciones materiales.

El nombre La Mano Negra es utilizado por varios grupos insurgentes y del crimen organizado en varias partes del mundo. Sus acciones no se ven, pero están marcadas por un reclamo de responsabilidad.

El video de Javier Barrios de su búsqueda de la escurridiza orquídea fantasma en Fakahatchee Strand Preserve en el sur de Florida es una historia alucinante de obsesión y engaño. La caza a través del pantano termina en la generación del objeto de deseo. El video está acompañado por una naturaleza muerta montada en la pared, un testimonio de creación y trabajo manual.

Las obras de Alan Hernández son homenajes póstumos a su madre, explorando la conexión colectiva de la pérdida. Hernández utiliza el embellecimiento, la ornamentación y la reutilización de materiales como renacimiento. Polilla se basa en la creencia mesoamericana de que una Mariposa Negra posada en su hogar presagia una muerte o mala suerte.

Producida para esta exposición, la instalación de Manuel La Rosa utiliza paneles hechos de 1.984 navajas de afeitar, recuperadas de barberías, colgados frente a una mortaja que acuna camotes en estado de suspensión, momificados por polvo magnético. La Rosa paralela poéticamente los momentos de fragilidad y entrega en los rituales de embellecimiento masculino con la preservación de la materia orgánica.

Rubén Ulises trabaja en un reino de criaturas mitológicas, desde nahuales, chupacabras, hasta Dragon Ball Z. Corrompe estas mitologías para comentar sobre la toxicidad social, política y real de las estructuras territoriales, específicamente para Ulises la navegación del espacio intersticial de la frontera México/Estados Unidos. Esta información experiencial se llevan en la carne. Estas tres obras también fueron realizadas para esta exposición.

Resistiendo narrativas aplanadas, Bárbara Sánchez-Kane modifica el logo de Pemex -un águila con una gota de aceite- en un juego de testículos, añadiendo a este símbolo de identidad nacional un par de tacónes inspirados en la surrealista Meret Oppenheim. Sánchez-Kane utiliza esta colisión para desafiar las estructuras de poder de género y las identidades palimpsésticas.

Las pilas de huacales de plástico de Eduardo Cornejo apoyan una serie de videos y pinturas de anime replicadas, las cajas son una jaula para las figuras incrustadas en un comentario mordaz sobre la perpetuidad de los deseos perdidos. La canción “Thank You For the Music” de Abba (que se repite una y otra vez, algo insoportable) se convierte en un negro reflejo de la emoción. Cornejo también presenta dos paneles de texto igualmente punk sobre un fondo de color rosa dulce.

Kristin Reger aborda el cuerpo condensado y explotado, transitando por preocupaciones existenciales como la integración, la validez de la programación cognitiva y la desilusión, para crear un proto-ser simétrico. Siguiendo el ejemplo de la etimología de la palabra “larva”, derivada del latín fantasma o demonio, Reger describe su gran obra colgante IUDUIUDUI como “un fantasma que se une para ser”. Las formas tipo larva se ensamblan, oscilando entre la carne, lo digital y la materia muerta.

Yeni Mao
Primavera 2023

"La Mano Negra", courtesy guadalajara90210 and the artists, photo Agustín Arce Figueroa.